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Una brújula de datos: Cómo la cultura data-driven está redefiniendo las empresas.

por Lucas Della Torre.

Una brújula de datos: Cómo la cultura data-driven está redefiniendo las empresas.

por Lucas Della Torre.

📍 ¿Y si los datos no hablaran, sino que gritaran?

En el mundo de las organizaciones contemporáneas, los datos ya no son solo un insumo más: son el faro que guía decisiones, estrategias y hasta narrativas. El petróleo del siglo XXI. Vivimos inmersos en una cultura que se define como data-driven, donde la intuición y la experiencia parecen haber dado paso al imperativo de “medir todo”. Pero.. ¿es mejor decidir con datos en todos los casos? ¿Qué estamos dejando afuera cuando nos centramos únicamente en ellos?

🔍 ¿Qué significa realmente ser "data-driven"?

El término data-driven refiere a una lógica organizacional centrada en la toma de decisiones basada en evidencia cuantificable. No se trata simplemente de tener datos, sino de convertirlos en un elemento central para definir cuáles son las prioridades, optimizar las estrategias y ejecutar determinadas acciones. Esta idea creció de la mano de las grandes tecnológicas y se expandió como un mantra en empresas, gobiernos, ONGs y hasta medios de comunicación. Hoy, ser data-driven es signo de modernidad, eficiencia y racionalidad.

Data driven se refiere a tomar decisiones estratégicas basadas en el análisis y la interpretación de datos. Esto implica que una empresa o individuo no se base en la mera intuición o la experiencia, sino que utiliza la información proveniente de los datos para guiar sus decisiones y acciones.

📈 ¿Por qué se volvió tan importante?

En un entorno marcado por la incertidumbre y el exceso de información, los datos parecen ofrecer una brújula objetiva. Las organizaciones que logran integrar el análisis de datos en sus procesos internos suelen mejorar su capacidad de respuesta, reducir errores y anticiparse a tendencias. Ejemplos de ello, sobran:

  • Netflix y su modelo de recomendación personalizado. (filtrado colaborativo, análisis de comportamientos y test A/B para predecir qué contenido elegirá el usuario)

  • Amazon y su gestión de inventario basada en IA (garantizando stock en tiempo real con machine learning, predicción de demanda)

  • Gobiernos que usan dashboards en tiempo real para gestionar servicios públicos (integración de big data para monitorear salud, transporte y seguridad, entre otros)

Según un estudio de InfoFluency (consultora de análisis), las empresas que adoptaron estrategias basadas en datos reportaron un crecimiento de ingresos un 37,7% mayor en un período de cinco años en comparación con aquellas que no lo hicieron.

A lo largo de la última década, el interés por el análisis de datos no ha dejado de crecer. La siguiente visualización de Google Trends lo deja en claro:

El creciente interés por herramientas de data analytics refleja cómo la cultura organizacional fue virando -y lo hará cada vez con más fuerza- hacia un enfoque data-driven.

🧠 Lo que los datos callan: intuición, experiencia y sentido común

Ahora bien, ¿Qué estamos dejando afuera cuando priorizamos únicamente lo cuantificable? Algo no menor: la experiencia humana, el conocimiento tácito y la intuición muchas veces son invisibles para los indicadores. Un gerente con décadas de experiencia puede intuir cambios de comportamiento del cliente que aún no aparecen en los datos, sumado a que algunas decisiones complejas (por ejemplo, en política pública o salud) requieren deliberación ética y política, no solo eficiencia técnica.

⚖️ Los dilemas éticos de un exceso en la cultura de datos

¿Qué pasa cuando el algoritmo refuerza sesgos? Pues no sólo se reproducen prejuicios existentes, sino que se amplifican y perpetúan de manera automática. Al estar entrenados con datos históricos, favorece la toma de decisiones en la cual unos grupos predominan por sobre otros, sin ser detectado por el radar. Esto crea un círculo donde las desigualdades de base se ven reforzadas, en donde las decisiones de corte tecnológico no están exentas.

🧭 ¿Cómo construir una cultura de datos crítica y humana?

Ser data-driven no implica subordinarse ciegamente a los números. El verdadero desafío es desarrollar una cultura organizacional que use los datos como herramientas, más no como oráculos. Esto implica saber qué datos recolectar (y por qué), interpretarlos en contexto, complementarlos con conocimiento cualitativo y diálogo, y por último, estar dispuesto a cuestionarlos.

🧩 ¿Dominamos los datos o nos dejamos dominar?

La cultura data-driven está en marcha, pero su consolidación no debería ser sinónimo de renuncia al pensamiento crítico. Los datos son fundamentales, sí, pero no alcanzan por sí solos. Detrás de cada número hay una decisión, un recorte, una mirada. El desafío no es solo tener más datos, sino tener mejores preguntas.


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